Pudimos … algo. Y ahora…¿qué?
Parece que vamos caminando a un escenario donde va a ser cada vez más viable la convergencia social y política en torno a un «programa», a menos que las cosas que dicen, unos y otros, verdaderamente no se las crean.
Izquierda Unidad y Podemos constituyen hoy la mayor expresión cuantitativa con reflejo electoral de una base social que está por la labor de inclinar la «correlación de fuerzas» del lado de la mayoría ciudadana, de la clase trabajadora, de los de abajo, del 99% o como cada cual se sienta más cómodo llamar, junto con otras formaciones políticas que, aunque con una expresión cuantitativa menor, aportan puntos de vista, modos de trabajo e influencia social nada desdeñable (Compromis, Equo, CHA, …)
Pues bien resulta que IU y PODEMOS coinciden ya en tres aspectos fundamentales:
1º) Evidente y reconocido por ambas formaciones, el Programa, que en lo esencial es idéntico en su mayoría, compatible o adaptable en otros aspectos.
2º) Ambas formaciones manifiestan que la «unidad» o convergencia no pueden hacerse ni a la ligera, ni por «arriba».
Pablo Iglesias: «Nuestro estilo no es el de las negociaciones. A nosotros no nos gusta la política de despacho según la cual se sientan una serie de dirigentes y toman acuerdos desde arriba. Quien piense que Podemos va a hacer política teniendo reuniones bilaterales de las que surja un acuerdo de lista electoral, no nos conoce»
Cayo Lara: «Hacemos un llamamiento para construir, desde la idiosincrasia de cada fuerza, un bloque que consiga la mayoría en las elecciones generales de 2015, y que permita poner en marcha el proceso constituyente que reclamamos». IU, no obstante, advierte de que esa confluencia no ha de materializarse a través de «fórmulas clásicas de unificación o uniformidad, sino por aquellas que estén basadas en la convergencia en el trabajo social y de cooperación en luchas concretas».
3º) El anunció de Cayo Lara de que IU elegirá a sus candidatos mediante primarias abiertas (que venía siendo reclamado por muchos sectores de IU) despeja una de las «diferencias metodológicas» con PODEMOS, que estos pusieron como esenciales encima de la mesa. El anunció por parte de PODEMOS de la realización de una asamblea estatal en Otoño que definirá la estructura de su formación política, aclarará también al resto de agentes, actores políticos y sociales las formas de relación con esta nueva formación.
Por otro lado hay varios elementos concretos que hacen que se tenga que trabajar necesariamente en común, de una u otra manera, desde las instituciones o desde la base, de los que cabe destacar:
– la defensa de un programa común en el Parlamento Europeo por parte de IU, PODEMOS (que integran el mismo grupo de trabajo en el Partido de la Izquierda Europea) y la lucha contra el TTIP (Tratado de libre comercio con EE.UU.) de la que participan otros partidos
– la reclamación de un referendum sobre la forma de estado y la apertura de un nuevo proceso constituyente en España.
No está mal para empezar después de las Elecciones Europeas donde todo este magna ha salido reforzado. Pero no nos confiemos, ni mucho menos, los «otros», los que nos están haciendo la «reforma constitucional» por la cara y sin decirlo no se están quietos, como estamos viendo en estos agitados días de la política en nuestro país.
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